La OTAN celebró la pasada semana su primera conferencia interna sobre las experiencias y los retos a los que se enfrentan las personas LGTBIQ que trabajan para la Alianza Atlántica, para fomentar un entorno laboral “diverso e inclusivo”.
El evento, que reunió a 130 participantes del personal civil y militar, contó con la participación del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, quien aseguró que los aliados “quieren ver un mundo más inclusivo” y que los trabajadores de la institución “siempre podrán contar” con él.
“Lo de hoy es sólo el principio de una importante conversación”, dijo el político noruego durante su intervención y, aunque señaló que la Alianza ya alcanzó logros en materia de integración, reconoció que “aún queda camino por recorrer”.
Esta conferencia telemática fue organizada por “Proud @ NATO”, un grupo que ofrece, entre otras cosas, oportunidades de desarrollo personal y profesional a través de tutorías, asesoramiento político o «networking».
Hasta hoy estaba formado por unas 24 personas, pero su actual presidente, Dylan White, que ejerce como portavoz adjunto de la institución, espera que, tras el acto de hoy, crezca el número de miembros, según dice en una entrevista por escrito a Efe.
White celebra el éxito del evento, concebido para “tantear el terreno y el interés en la OTAN” a puerta cerrada, pero se muestra entusiasmado por la “alta participación” del personal: “Está claro que hay ganas de más debate y visibilidad sobre las perspectivas LGTBIQ”, manifestó.
“Es importante construir una comunidad entre el personal LGBTQ+ y los aliados a nivel interno, no sólo en la sede de la OTAN, sino en toda la familia de la institución”, subrayó White, quien expresó su deseo de celebrar actos públicos en el futuro.
PROHIBICIÓN ESTRICTA DE LA DISCRIMINACIÓN
La OTAN fue líder mundial en el reconocimiento del matrimonio entre personas del mismo sexo, extendiendo la igualdad de beneficios conyugales a parejas de diversas orientaciones sexuales en 2002, cuando Países Bajos era el único país del mundo que reconocía el matrimonio homosexual, un derecho que ya reconocen trece países de la Alianza.
Aunque la política de la organización ya “prohíbe estrictamente” todo tipo de discriminación, cuenta White, algunos participantes hablaron de lo difícil que es salir del armario en el trabajo y del estrés que supone hacerlo “repetidamente y en diferentes contextos”, y subrayaron la importancia de oponerse a la discriminación, tanto encubierta como manifiesta.
“Esto puede ir desde las bromas y suposiciones de la vida personal hasta la exclusión de actividades sociales y el consiguiente impacto en la carrera profesional”, dijo White.
Por ello, no solo se debe contar con las políticas adecuadas, sino capacitar al personal para que se sientan cómodos “aportando todo su ser al trabajo”, al igual que garantizar que su experiencia en la organización “se valora y respeta”.
El portavoz hizo hincapié además en que la diversidad y la inclusión son el “centro” de la OTAN, una alianza de 30 naciones, y cree que, de cara al futuro, hay planes para crear nuevos grupos, “incluidos los de diversidad étnica y racial”.