Predicador que culpaba del Covid-19 a los homosexuales muere por coronavirus

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El famoso telepredicador norteamericano anti-gay Irving Baxter Jr. ha muerto de COVID-19. El pastor, que tenía su base de operaciones en Texas, era conocido por sus profecías apocalípticas y su repetida predicación contra la homosexualidad, citando pasajes bíblicos que pedían que los homosexuales fueran «ejecutados» mientras se enfurecía contra el matrimonio entre personas del mismo sexo y la aceptación de integrantes del colectivo LGTB+ en el cristianismo.

Cuando el virus golpeó por primera vez a los Estados Unidos en marzo, Baxter culpó de la pandemia al “pecado de la fornicación” fuera del matrimonio, afirmando además que la falta de vírgenes y la homosexualidad eran los culpables del virus. Afirmaba que “el 5 por ciento de las nuevas novias en Estados Unidos son vírgenes. Eso significa que el 95 por ciento ya ha cometido fornicación».

También citó un pasaje de 1 Corintios 6 que se opone a los homosexuales y a «los sexualmente inmorales». Baxter continuó diciendo que “Dios puede estar usando esto como una llamada de atención. Este coronavirus puede ser un privilegio, porque les diré ahora mismo que se avecina un juicio mucho mayor».

Irving era el presentador del programa de televisión cristiano «End of the Age» que llega a 100 millones de hogares en América del Norte y también fundó la organización cristiana pentecostal Endtime Ministries. También vale la pena señalar que Baxter era un partidario acérrimo del presidente Donald Trump y que afirmaba que quienes se oponen a él no solo son «profundamente inhumanos» sino también «satánicos», declarando que el diablo estaba furioso con Trump por «arruinar» su siniestro objetivo de un gobierno global.

Esta semana, Endtime Ministries anunció que Baxter murió en el hospital el 3 de noviembre, solo unos días después de dar positivo por el coronavirus. Tenía 75 años y, por qué no decirlo, hoy el mundo es un lugar mejor sin él, un homófobo que se dedicaba al odio y que, como el resto de estos tele-evangelistas, se había convertido en un veneno para la sociedad haciéndose enormemente rico a costa de sus fieles.

Que Dios le acoja en su seno respetando la preceptiva distancia de seguridad.

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